TELECINCO 12 MESES 12 NÁUSEAS
Hace unos años, ante la proliferación navideña de telemaratones varios y galas benéficas de distinta índole. Telecinco tuvo la brillante idea de intentar prolongar el buen rollo de estas fechas a la totalidad del calendario. Para eso puso en marcha la campaña doce meses doce causas. Cada mes del año se dedicaba a una causa sobre la que se intentaba concienciar y para la cual se recaudaban fondos a través de los programas habituales de la cadena. La idea es, sin duda alguna muy buena, posiblemente la mejor de los últimos años. Pero como casi todo lo que últimamente viene haciendo la cadena amiga tiene su pero. La iniciativa es buena, las causas elegidas justas, el problema viene por la coherencia de quien la patrocina. No se puede apostar por un mundo mejor, una sociedad más justa y al mismo tiempo hacer lo que desde Fuencarral hacen. Vender unos valores y utilizar los contrarios para enriquecerse o para tener más audiencia y de paso atontar lo más que se pueda al personal es pura esquizofrenia.
Si a través de la campaña podemos conocer y sensibilizarnos con diferentes causas, lo cierto es que ante su programación no podemos menos que sentir náuseas. Estas son los 12 meses doce náuseas del inefable Vasile y secuaces.
Náusea 1: Contribuir con increíbles sumas de dinero a la reinserción social de personajes de la calaña de Roldán o Julián Muñoz que tanto han contribuido al desarrollo social.
Náusea 2: La nada cínica justificación de los íntegros profesionales que realizaron la anterior pantomima
Náusea 3: La ausencia de morbo y amarillismo barato que caracteriza sus Des-“Informativos”.
Náusea 4: La utilización nada morbosa del caso Neira, creando a golpe de talonario una nueva estrella mediática tan revulsivamente inmoral y enferma como la otra parte contratante.
Náusea 5: La repetición hasta la extenuación de las imágenes de la agresión al profesor Neira sin ningún tipo de aporte al verdadero problema.
Náusea 6: Los interesantes y profundos sabatinos debates ideológicos entre cabrones e idiotas.
Náusea 7: El exquisito trato que en sus programas se hacen de las enfermedades y enfermos mentales. Los casos de Raquel Mosquera, Andrés Pajares o Violeta Santander entre otros son insultantes ejemplos.
Náusea 8: Su inestimable colaboración a la integración social de los buenos profesionales, dando grandes oportunidades a profesionales tan intelectualmente preparados como Belén Esteban, Alessandro Lecquio, Maite Zaldívar, Raquel Bollo…
Náusea 9: El ínfimo, casi nulo, grado de contraste de las exclusivas sociales con las que cada día menos nos sorprenden.
Náusea 10: El humano trato que dispensan a los concursante de los distintos I-“Realities” una vez le han dejado de ser útiles.
Náusea 11: La originalidad y creatividad en general de sus formatos y sus guiones en los que en ningún caso se duda de la inteligencia del espectador.