Una mirada personal a las cosas de la vida, desde lo más "trascendente" a lo más mundano, desde lo más carnal a lo más espiritual. Desde lo más "in" hasta lo más "out", desde aquí hasta allí. Lo que cada día me trae, lo que la vida me da o me quita. Desde mis ilusiones hasta mis fobias, desde los sueños hasta la realidad

martes, septiembre 16, 2008

DEFENDER LA MIERDA PROPIA o el espectáculo de La Noria

Imaginemos que se organiza un concurso de “mierda”, no me refiero a un mal concurso, sino un concurso en el que se trata de elegir la mejor “mierda”. Los concursantes que quieran participar en el mismo deberán fabricar y presentar la “mierda” a un exigente jurado. Una vez elaborada la “mierda” los participantes tendrán que defender ante el mismo jurado las excelencias de la “mierda” por él mismo elaborada, alabará sus cualidades y podrá incluso comparar su “mierda” con las “mierdas” de sus competidores.

Posiblemente en su afán por ganar la competición los concursantes encontrarán en su “mierda” cualidades que nadie más será capaz de ver, ni por su puesto de oler, serán, también, capaces de ver en la “mierdas” de los demás los defectos que en la suya propia ignoran intencionadamente. Darán argumentos más o menos contundentes, utilizarán palabras más o menos contundentes, pero a pesar de sus elaborados discursos no dejarán de defender una “mierda”. Eso es lo que pasó el sábado en la cada vez más infame “Noria” del no menos infame Jordi González y sus secuaces. Con sus argumentaciones y explicaciones no hacían otra cosas que defender una gran “mierda” posiblemente una de las mayores “mierdas” televisivas de los últimos años, y mira que la competición es dura. Daba pena, lástima, asco, vergüenza , tristeza, ira, náuseas ver a tantos periodistas de los llamados serios defender una “mierda”, perdiendo para ello los papeles y la poca vergüenza que todavía les quedaba.

Pido disculpas por utilizar indiscriminadamente la palabra “mierda”, pido disculpas por no usar eufemismos, pero lo que defendían no tiene otro nombre que el de “mierda” y los que lo hacían el de “pedorros” y tanto ellos como sus productos ya apestan.