Una mirada personal a las cosas de la vida, desde lo más "trascendente" a lo más mundano, desde lo más carnal a lo más espiritual. Desde lo más "in" hasta lo más "out", desde aquí hasta allí. Lo que cada día me trae, lo que la vida me da o me quita. Desde mis ilusiones hasta mis fobias, desde los sueños hasta la realidad

viernes, marzo 28, 2008

LA CARA FEA DE LA PRIMAVERA

La primavera ha llegado y nadie sabe como ha sido. Se nota en los escaparates, en la ropa de la gente, se percibe en los campos y en las montañas. Pero personalmente lo que más me hace sentir la llegada de tan notoria estación no es ninguna de estas cosas. Para mí la más florida estación no llega cuando lo pregona el Corte Inglés. Lo que me hace notar, sufrir diría yo, el cambio estacional son los estornudos, los picores por todo el cuerpo, los ojos irritados.

Yo saludo a la primavera con horas y horas de insomnio, con accesos irracionales de tristeza, con un inexplicable cansancio mental y físico. El tono muscular baja más de la cuenta, al igual que el tono vital. Aunque mi estado de nerviosismo es normalmente alto la primavera hace que note los nervios en los labios, en las manos, en el vientre. Cambios bruscos de humor que pagan los más cercanos, cualquier cosa me irrita me enfada. Un día me siento corporalmente bien, pero al día siguiente el malestar me acompaña desde primera hora de la mañana, normalmente esto sucede un día clave en algo. No me apetece hacer nada, la televisión me aburre, más todavía. Leyendo pierdo la concentración. No me decido por ningún CD. Ni siquiera me animo cuando alguien me invita a ir de compras. Dicen que esto es "Astenia primaveral", de la lista de síntomas que identifican este trastorno sólo hay dos que no se dan en mí: la falta de apetito y la ausencia de interés sexual. Apetito tengo el de siempre, y en cuanto a la cuestión sexual, el problema más que en el interés está en la práctica real.

No hay antiestamínico que valga. Ni los baños relajantes, ni el gel de baño efecto "spa", ni la leche hidratante con extractos de soja y gengibre irlandés, ni las velas aromáticas tipo "zen", ni la música "pasodobles-new age"nada puede con la zozobra que domina mis días. Ni el baño de agua caliente, antes de acostarse, ni la sesión de relajación, ni tan siquiera las pajas vecen la ansiedad de las noches en blanco.Los campos se llenan de flores, los pájaros cantan con más fuerza, el día alarga, los enamorados se besan más, se baila más, se folla más. Esa es la cara hermosa de la primavera, aunque a mí últimamente me toca bailar con la más fea.