SAN VALENTÍN: Amor por decreto de calendario

Será porque no tengo a nadie que regalar nada, o quizá porque no espero ningún regalo, pero a mí esto de San Valentín me suena a horterada de carácter superior. Resta a la relaciones espontaneidad, sorpresa, naturalidad y las satura de mercantilismo, rutina y enajenación. Nos queremos, nos amamos por decreto de calendario. Hace unos meses, lo hacíamos con los familiares y amigos, ahora con la pareja, de aquí a un mes con los papás, después con las mamás y así indefinidamente, para alegría del Corte Inglés, la Fnac, Interflora o Druni, el calendario nos va indicando a quienes hemos de amar, y la publicidad como hemos de hacerlo.
Yo como cada día "me hago" mañana me amaré a mí mismo, al menos una vez, aunque realmente me gustaría amar a otro por quien ser amado al mismo tiempo, en el sentido más amplio de la palabra amar, aunque en el sentido de follar tampoco me importaría.
Harina de otro costal es el pésimo gusto y sentido estético de los productos sanvalentinianos y sino al tanto.



1 Comments:
he otorgado dos estrellas a tu blog en http://lasestrellasdeaquiestatublog.blogspot.com
pásate y gracias
10:29 p. m.
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