Una mirada personal a las cosas de la vida, desde lo más "trascendente" a lo más mundano, desde lo más carnal a lo más espiritual. Desde lo más "in" hasta lo más "out", desde aquí hasta allí. Lo que cada día me trae, lo que la vida me da o me quita. Desde mis ilusiones hasta mis fobias, desde los sueños hasta la realidad

jueves, enero 17, 2008

"Inhabilitado para seguir gobernando por mentir". ¿Lo dice por experiencia?

"un gobernante que ha engañado conscientemente a los ciudadanos en algo tan importante como negociar políticamente con los terroristas, queda inhabilitado para seguir gobernando".

Con estas asombrosas e indignantes declaraciones se ha descolgado el no menos asombroso ex presidente del gobierno (gracias a Dios) José María Aznar. La prepotencia del exmandatario no conoce límites, esto parecía imposible durante su segunda legislatura, pero el del bigote no deja de sorprendernos en lo que a chulería y desdén por la ciudadanía se refiere.

¿Quién es él para inhabilitar a nadie? Quizá piensa que puede continuar haciendo lo que hizo con la más triste mayoría absoluta de la democracia española, es decir, hacer lo que le da la gana sin tener en cuenta para nada a los ciudadanos a los que (mal)gobernaba.

De nuevo se equivoca, o mejor dicho de nuevo se le ve el plumero autoritario. En democracia sólo los electores, siempre y cuando no haya procedimiento judicial por medio, tienen la potestad de inhabilitar a alguien para ser gobernante, con sus votos a través de las elecciones, principio elemental y básico de la democracia.

Y precisamente fue ese pueblo por él denostado, despreciado e insultado, el que inhabilitó a su partido para seguir gobernando, mal que le pese a él y a sus secuaces. Y fueron precisamente las mentiras en torno al terrorismo las que llevaron a la mayoría del electorado a decantarse por otra opción. Por eso él sabe tanto de inhabilitaciones, de mentiras y de falsedades.

El mismo personaje que hace unos meses nos acusó a todos aquellos ciudadanos que no votáramos su PP de ser poco menos que cómplices de ETA, nos quiere decir ahora, quien está o no está habilitado para gobernarnos. Quizá no crea en la mayoría de edad de la sociedad española, quizá crea que España es su cortijo personal y que en ella puede hacer como hace en su partido, quitar y poner, poner y quitar, sin control y sin nadie que le tosa, que se lo pregunten a Gallardón.

Pero en fin, el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, y algunos hasta más. Aznar tropieza cada día con la piedra de la chulería, la prepotencia, el desprecio a los demás y la egolatría. Y en sus tropiezos arrastra al Partido Popular, para el que se ha convertido en un verdadero lastre, y si no tiempo al tiempo.