Una mirada personal a las cosas de la vida, desde lo más "trascendente" a lo más mundano, desde lo más carnal a lo más espiritual. Desde lo más "in" hasta lo más "out", desde aquí hasta allí. Lo que cada día me trae, lo que la vida me da o me quita. Desde mis ilusiones hasta mis fobias, desde los sueños hasta la realidad

lunes, diciembre 11, 2006

LO QUE LE DEBO A PINOCHET (muy a pesar)


Ha muerto un dictador, ha muerto un tirano, ha muerto un monstruo cínico y asesino. Pero antes de él murieron miles de inocentes, miles de familias se rompieron, miles de personas sufrieron tortura y persecución.
No soy Chileno, nunca he estado en ese país y aunque soy relativamente joven le debo mucho al personaje.
Posiblemente parte de mi conciencia política, parte de mi ideología, de mi convicción profunda a favor de la dignidad humana se la debo a alguien con el que no comparto nunca. Me explico era muy niño cuando a través de los telediarios conocí y me conmocioné con las imágenes de la represión que en Chile se ejerecia. Las cargas policiales indiscriminadas, los riegos con manguera a presión, los gases lacrimógenos, los golpes a ciudadanos eran noticias habituales, incompresinbles y monstrousas a los ojos de un niño. Con esas imagenes nació mi conciencia política. No sabía si el tal Pinochet era de izquierdas o de derechas, pero de lo que estaba convencido es que yo no quería ser de esos. Al mismo tiempo llegaban noticias de las entrañables "Madres de la Plaza de Mayo" argentinas, de la tremenda discriminación del apartheid surafricano mi desasosiego y mi convición crecían. NO QUERÍA SER DE ESOS.
Más tarde fueron los levantamientos contra las dictaduras de la Europa del Este los que sacudieron mi espíritu y mi incipiente conciencia política: la lucha del sindicato Solidaridad en Polonia, las atrocidades de un tal Ceaucescu en Rumania... provocaron en mi persona sentimientos parecidos.
Y aunque me intentaron explicar, nunca logré entender, y sigo sin hacerlo, las diferencias entre dictaduras de izquierdas y de de derechas. Hablaban de motivos más legítimos, de justicia, de progreso, pero yo sólo veía naciones sufrientes, persecuciones, tortura, muerte y sufrimiento de personas inocentes.
"Grita Libertad", "Los gritos del silencio" "Conspiración para matar a un cura" "Desaparecido" fueron películas que me ayudaron a enteder que mate quien mate, torture quien torture, persigua quien persiga, la muerte, la tortura y la persecución son siempre malas. Y que lo humano, lo correcto, lo moral era apostar por la vida, la dignidad y la libertad y cualquier ideología que bajo cualquier pretexto ataque alguno de estos tres valores, es una ideología profundamente inhumana.
Gracias a Pinochet y siempre por contraposición me hice y me hago más humano. Gracias a Pinochet conocí a Victor Jara, donde la destrucción mandaba la belleza era posible. Gracias a Pinochet conocí a su sobrina Isabel Allende y con ella descubrí los amores y las sombras y uní por siempre mi vida a la literatura, mi alma a los libros.
Gracias a Pinochet descubrí que hay otro cruel monstruo en una hermosa isla Caribeña, que hay muchos más monstruos en América, en África, en Asia. Gracias a Pinochet aprendí que el hombre es el único animal que tropieza dos y mil veces en la misma piedra. Gracias a Pinochet descrubrí que nada vale más que la vida, que nada es más fuerte que el ansia de libertad.
Ha muerto un dictador, ha muerto un tirano, ha muerto un monstruo cínico y asesino pero quedan todavía muchos, el signo político no importa; Son monstrous.
Ójala pudiera escribir post como este muchos días, no por la muerte de alguien, sino porque hoy la libertad y la vida han salido ganando.