LENNY KRAVITZ CÉLIBE ¡QUÉ PENA!

Leo con asombro que el cantante Lenny Kravitz ha declarado que lleva más de tres años sin mantener relaciones sexuales y que piensa mantenerse célibe hasta que encuentre la mujer perfecta. Dos reacciones he tenido ante tal noticia. La primera de incredulidad y extrañeza. La segunda de rabia e impotencia. ¡Qué pena no ser mujer! ¡Qué pena no ser perfecta!

Sólo por tener algo con Lenny valdría la pena esforzarse por alcanzar la perfección, lo de volverme mujer no lo veo tan claro. ¿No le dará lo mismo el hombre perfecto?

Dice el cantante que las mujeres tienen que venir además de cuerpo con una mente y un espirítu. Sobre lo del cuerpo lo tengo y aunque supongo que no será de su agrado como para el no es lo más importante, prometo entrenar mi mente con el Brain Trainig cada día, cada hora si es preciso, y ponerme a practicar yoga como un loco, aunque bien pensando yoga y loco no pegan demasiado. Y es que para mí el Kravitz tiene para mí muchísimo morbo, todos los ingrediente del morbo perfecto se mezclan en él, como en la receta perfecta.

Hacer la promesa que ha hecho con ese cuerpo no sé si es una estupidez, un absurdo o simplemente una de esas tonterías con las que los genios nos asombran de vez en cuando.

¡Qué injusta es la vida! él que podría tener a quien quisiera espera a la mujer perfecta, yo que quisiera tener a muchos tengo que esperar a qué alguien se fije en alguien que ni en cuerpo, ni en mente, ni en espíritu es perfecto.

De momento y por si Lenny lee este post, algo que considero del todo improbable, me ofrezco a ser para él la mujer perfect
a, eso sí sin ser mujer.

Me ha mirado el paquete

Hoy mientras paseaba iba pensando en mis cosas. También, como siempre, iba mirando a los tíos buenos que se cruzaban en mi camino, algo que entraña cierto peligro, no sería la primera vez que me tragara una farola, papelera o peatón. A lo lejos se podía ver un marroquí, al que desde la distancia se intuía digno de un buen repaso visual, camuflado tras mis oscuras gafas de sol.

Estaba solo, sentado en un banco y con la mirada perdida en el horizonte. Conforme me acercaba mis intuiciones se iban confirmando. Era de los que me gustan, de los que me pierden. Me acercaba más y más. Poco a poco iba descubriendo más su bello rostro, sus firmes piernas, su piel dorada.

Cuando ya sólo unos metros me separaban del hermoso ejemplar, he descubierto que él hacía lo mismo que yo. Él también me estaba dando un buen repaso. Pero de pronto he comprobado con cierto orgullo que su mirada se detenía en mi paquete.

En cuestión de segundos mi imaginación se ha disparado, ¿cómo acabará esto? ¿será el amor de vida o tan sólo un rollito? ¿cómo nos entenderemos? ¿dónde iremos? ¿será él quien dé el primer paso? ¿esperará que lo haga yo? decenas de preguntas asaltaban mi mente, decenas de finales para una historia que ni siquiera había empezado se debatían en mi fantasía. Nada estaba claro, lo único evidente era que de forma descarada me estaba mirando el paquete.

Prácticamente a su altura me disponía a saludarle, como respuesta afirmativa a sus insinuaciones, pero no he podido. Él se me ha adelantado. Cuando ya estaba delante, él con voz tímida y acento dubitativo... me ha pedido un cigarro.

Efectivamente me estaba mirando el paquete, pero el de tabaco. La solidaridad del fumador me ha llevado a darle un cigarro, pero a mí lo que me hubiera gustado hubiera sido compartir el otro paquete, eso sí y al acabar el cigarro postcoital.

"Inhabilitado para seguir gobernando por mentir". ¿Lo dice por experiencia?

"un gobernante que ha engañado conscientemente a los ciudadanos en algo tan importante como negociar políticamente con los terroristas, queda inhabilitado para seguir gobernando".

Con estas asombrosas e indignantes declaraciones se ha descolgado el no menos asombroso ex presidente del gobierno (gracias a Dios) José María Aznar. La prepotencia del exmandatario no conoce límites, esto parecía imposible durante su segunda legislatura, pero el del bigote no deja de sorprendernos en lo que a chulería y desdén por la ciudadanía se refiere.

¿Quién es él para inhabilitar a nadie? Quizá piensa que puede continuar haciendo lo que hizo con la más triste mayoría absoluta de la democracia española, es decir, hacer lo que le da la gana sin tener en cuenta para nada a los ciudadanos a los que (mal)gobernaba.

De nuevo se equivoca, o mejor dicho de nuevo se le ve el plumero autoritario. En democracia sólo los electores, siempre y cuando no haya procedimiento judicial por medio, tienen la potestad de inhabilitar a alguien para ser gobernante, con sus votos a través de las elecciones, principio elemental y básico de la democracia.

Y precisamente fue ese pueblo por él denostado, despreciado e insultado, el que inhabilitó a su partido para seguir gobernando, mal que le pese a él y a sus secuaces. Y fueron precisamente las mentiras en torno al terrorismo las que llevaron a la mayoría del electorado a decantarse por otra opción. Por eso él sabe tanto de inhabilitaciones, de mentiras y de falsedades.

El mismo personaje que hace unos meses nos acusó a todos aquellos ciudadanos que no votáramos su PP de ser poco menos que cómplices de ETA, nos quiere decir ahora, quien está o no está habilitado para gobernarnos. Quizá no crea en la mayoría de edad de la sociedad española, quizá crea que España es su cortijo personal y que en ella puede hacer como hace en su partido, quitar y poner, poner y quitar, sin control y sin nadie que le tosa, que se lo pregunten a Gallardón.

Pero en fin, el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, y algunos hasta más. Aznar tropieza cada día con la piedra de la chulería, la prepotencia, el desprecio a los demás y la egolatría. Y en sus tropiezos arrastra al Partido Popular, para el que se ha convertido en un verdadero lastre, y si no tiempo al tiempo.

Les Dieux du stade. Oh la la c'est magnifique

Aunque soy una persona a la que le gustan poco las tradiciones, en los últimos años me estoy enganchando a una costumbre que por estas fechas hace que mis fantasías eróticas, sexuales y sentimentales se disparen llegando a límites insospechados. Y la causa de este desbarajusto hormonal se encuentra en la vecina Francia. El país de la libertad, la igualdad y la fraternidad, el país de la torre Effeil y el gallo deportivo, la patria de Astérix y Obelix, el imperio de Sarkozy y la primera dama Bluni, la quinta potencia económica del mundo, la nación de la Marsellesa concentra toda mi atención por su Dieux du stade, una iniciativa que desde hace años nos permite disfrutar en la máxima plenitud de los impresionantes cuerpos de deportistas de élite franceses o residentes en el país.
Les Dieux du stade es el padre de todos los calendarios habidos y por haber. Ninguno es comparable a él, por la belleza de sus imágenes, más allá de los modelos, por el morbo que suscita su contemplación y porque además de disfrutar del formato papel tenemos la oportunidad de disfrutar del DVD del making off en la que se ve algo más, en el que el morbo se multiplica por 1000. Primeros planos, la música, el jugueteo entre los deportistas, las maquilladoras (quien fuera una de ellas) maquillándolo todo...
Les Dieux du stade nos pone calientes, pero también nos hace soñar, nos enamora, nos muestra la belleza del cuerpo masculino.
Fotos individuales, con mucho morbo, fotos colectivas, con más morbo todavía. Estética con un alto grado de homoerotismo. En fin Les Dieux du stade hace que el principio de año siempre sea mejor, que la cuesta de enero aunque un poco más elevada tenga más sentido.
Al ver el DVD o el calendario, tengo siempre la tentación de establecer un ranking, pero no puedo, cada uno tiene su algo: uno es tremendamente guapo, el otro es muy morboso, uno los pectorales, dos los abdominales, los tatuajes, la barba de tres días, la melena, el rapado, la piernas, los glúteos, torsos depilados, torsos velludos, pero todos todos tienen algo. Aunque si alguno me impresiono desde el principio y sigue siendo casi casi una obsesión es el hermoso Frederick Michalak.
Y ahora tengo un DVD por ver.

Kun Agüero es el culpable

Debido a la frustración que genera enamorarse perdidamente de personas con las que con toda seguridad nunca tendrás nada, me propuse hace tiempo, no volver a enamorarme de personas inalcanzables para mí. Aunque a pesar de las dificultades lo iba consiguiendo, he vuelto a caer y de nuevo un futbolista me ha hecho perder la razón. Esta vez Sergio, el Kun, Agüero es el culpable. Después de Cristiano Ronaldo, Iker Casillas, Ricardo Cuaresma, Aitor Ocio, Sergio Ramos, Gustavo López, Vicente y un largo, pero que muy largo etcétera he vuelto a caer rendido ante un as del balón.

Reconozco que desde el primer día que supe de su existencia mi gustó, reconozco que enseguida comencé a buscar imágenes suyas por la red, pero lo que empezó siendo una afición, se está convirtiendo en una obsesión. Futbolísticamente no lo sigo, dicen que hace que no se eche de menos al niño Torres, otro que me hizo caer, pero cuando el domingo pasado vi la portada del Magazine del Mundo, mi firme propósito se vino abajo.

No es que sea excesivamente guapo, pero tiene los rasgos que me gustan. Ligero toque racial, piel morena y tersa, mirada penetrante, cuerpo justamente definido, piernas impresionante, juventud y energía desbordante, futbolista y argentino. ¿Cómo me iba a resistí? Sencillamente imposible, si además le sumamos el bonito culo que se insinúa tras sus calzones, mi recaída está más que justificada.

Me hizo volver a soñar... Navegando en busca de información sobre mi nuevo amor Platónico descubrí que tiene novia o a la hija de Maradona. Lástima ¿quién fuera Gianina?

En fin he vuelto a caer y con lo que hay por ahí y mi nula fuerza de voluntad lo volverá hacer. Pero con estos motivos, benditas sean las caídas.